La Luna
es el único satélite natural de la tierra. Con un diámetro ecuatorial de 3474 km, es el quinto satélite más grande del sistema solar mientras que en cuanto al tamaño proporcional respecto a su planeta es el satélite más grande: un cuarto del diámetro de la Tierra y 1/81 de su masa. Después de oí, es además el segundo satélite más denso. Se encuentra en relación síncrona con la Tierra, siempre mostrando la misma cara hacia el planeta. El hemisferio visible está marcado con oscuros mares lunares de origen volcánico entre las brillantes montañas antiguas y los destacados astroblemas. A pesar de ser en apariencia el objeto más brillante en el cielo después del sol, su superficie es en realidad muy oscura, con una reflexión similar a la del carbón. Su prominencia en el cielo y su ciclo regular de fases han hecho de la Luna un objeto con importante influencia cultural desde la antigüedad tanto en el lenguaje, como en el calendario el arte o la mitología. La influencia gravitatoria de la Luna produce las mareas y el aumento de la duración del día. La distancia orbital de la Luna, cerca de treinta veces el diámetro de la Tierra, hace que se vea en el cielo con el mismo tamaño que el Sol y permite que la Luna cubra exactamente al Sol en los eclipses solares totales.
Mantiene la estabilidad del clima en nuestro planeta. Sin la luna básicamente, estaríamos dando vueltas por el sistema solar. La luna ayuda para que el eje de inclinación se se quede a 23,5 grados.
Angeles y Demonios
miércoles, 21 de noviembre de 2018
arbol bonsai
Un bonsái no es una planta genética mente empequeñecida, sino que se mantiene pequeña dándole forma, podando el tronco, las hojas y las raíces cada cierto tiempo, dependiendo de la especie. Si se cultiva adecuadamente, sobrevivirá el mismo tiempo que un árbol normal de la misma especie, pero si se hace de forma incorrecta, probablemente morirá.
En general, cualquier especie arbórea o arbustiva puede ser cultivada como bonsái, pero las más apreciadas por los aficionados son aquellas que poseen las hojas pequeñas de forma natural y además son resistentes al cultivo en maceta, como por ejemplo, las especies de los géneros: arce, (espino de fuego), etc.
El árbol tiene que ir en consonancia con la maceta. Así, un árbol que tenga ya mucha edad debería ir en una maceta que también tenga una presencia y porte correspondiente. Asimismo, a determinadas especies o estilos se le corresponden normalmente unos determinados tipos de macetas, como por ejemplo, una conífera irá normalmente en una maceta sin esmaltar y un arce irá en una maceta normalmente ovalada y baja, amplia y esmaltada.
Un bonsái suele exponerse en un tokonoma acompañado de un cartel y una planta de acento (shitakusa) o un suisenki (piedra-paisaje japonesa), aunque en este caso lo apropiado sería denominar a esta piedra como tenseki, ya que solo se trata de piedras que representan la estación del año (invierno, primavera, verano u otoño) con relación al bonsái y no necesariamente tienen las características propias de un suiseki. En el caso de arboles caducifolios se suelen exponer cuando han quedado desnudos de hojas, para que se pueda apreciar la perfección de la ramificación.
El bonsái tiene un frente visual, y la escuela tradicional japonesa de diseño se basa en una serie de conceptos que deben seguirse para conseguir la perfección estética: Conicidad del tronco: siempre será más ancho en su base que en la parte superior.
Triangularidad: el conjunto de las ramas y hojas deben tener un perfil triangular desde el frente, pero también lateralmente e incluso vistos desde arriba. Esta forma triangular se mantiene hasta en composiciones de varios árboles, donde cada uno debe disponer de su propia triangularidad y todas entre sí, en conjunto, deben mantener este perfil triangular.
Ramas: deben estar situadas en los exteriores de las curvas del tronco, de forma alternante (se debe evitar que dos ramas salgan del mismo punto), y siendo más gruesas las más cercanas al suelo que las situadas más arriba del tronco. La distancia entre ramas también disminuye conforme se asciende por el tronco.
ninfas del bosque
Estos pequeños seres mágicos, dotados con alas de libélula o de mariposa, habitan en los bosques, ríos o montañas, de las que son sus cuidadoras y reinas indiscutibles de su elemento.
Las ninfas viven en tres de los cuatro elementos: las ninfas del aire son los llamados Silfos; las del agua son las Ondinas y las Salamandras, las que viven en el fuego…
Hay mucha tendencia a confundirlas con sus parientes las hadas, pero quitando la capacidad de volar en poco se parecen a ellas, ya que las ninfas, a diferencia de las hadas, no tienen por costumbre ayudar al ser humano, sino que su misión básica y fundamental es proteger su elemento. Pero a veces pueden convivir con los hombres si estos respetan sus normas y leyes de amor y respeto hacia la Naturaleza, algo que lamentablemente en nuestro planeta, cada vez sucede con menos frecuencia.
Viven en palacios de ensueño, cerca de hermosas y cantarinas cascadas, y se rigen tan sólo por el amor, la bondad y la fantasía.
Adoran a los niños, y son sus guías cuando éstos pasean por el bosque; los cuidan para que nada les haga daño, espantan a los animales que puedan herirles o asustarles, y les indican el camino de vuelta en casa. A veces se transforman en dulces abejitas , o luminosas luciérnagas, para estar cerca de ellos.
Las ninfas viven en tres de los cuatro elementos: las ninfas del aire son los llamados Silfos; las del agua son las Ondinas y las Salamandras, las que viven en el fuego…
Hay mucha tendencia a confundirlas con sus parientes las hadas, pero quitando la capacidad de volar en poco se parecen a ellas, ya que las ninfas, a diferencia de las hadas, no tienen por costumbre ayudar al ser humano, sino que su misión básica y fundamental es proteger su elemento. Pero a veces pueden convivir con los hombres si estos respetan sus normas y leyes de amor y respeto hacia la Naturaleza, algo que lamentablemente en nuestro planeta, cada vez sucede con menos frecuencia.
Viven en palacios de ensueño, cerca de hermosas y cantarinas cascadas, y se rigen tan sólo por el amor, la bondad y la fantasía.
Adoran a los niños, y son sus guías cuando éstos pasean por el bosque; los cuidan para que nada les haga daño, espantan a los animales que puedan herirles o asustarles, y les indican el camino de vuelta en casa. A veces se transforman en dulces abejitas , o luminosas luciérnagas, para estar cerca de ellos.
Porque estos seres fantásticos, llamados genéricamente ‘Espíritus o Elementales de la Naturaleza’, pueblan los bosques, el aire, el agua de ríos y mares…; es decir, la Naturaleza entera. Ya sea en esta dimensión nuestra, la de los humanos, o bien en su propio mundo tejido con hebras sutiles de materia pero en todo caso muy cercano al nuestro, lo cierto es que ahí están, compartiendo su existencia con nosotros en mayor o menor medida y, sobre todo, lo que es más importante: avivando y alegrando nuestros sueños y manteniendo despiertas nuestra fantasía y nuestra imaginación.
caballos asterion
Los caballos se caracterizan por sus largas extremidades y por su cola formada por una gran cantidad de cerdas extensas. Las razas más grandes pueden presentar ejemplares con una altura de 1,80 metros y un peso cercano a la tonelada. Estos animales son herbívoros y se comunican entre sí mediante relinchos.
La conducta de los caballos varía de acuerdo a la raza. En general son animales sociables que pueden desarrollar vínculos con las personas. Incluso hay caballos que se utilizan en terapias para asistir a pacientes con autismo y otros trastornos.
Sobra decir que no importa si se trata de la doma para trabajos forzosos (como ser tirar de carros), de los deportes ecuestres o de la equino terapia, en ninguno de estos casos se respeta la libertad del animal, razón por la cual no deberíamos realizar ninguna de dichas actividades si deseásemos convertirnos en seres justos y compasivos. El caballo no nace para satisfacer nuestras necesidades, sino las suyas, aunque el ser humano lleve milenios malinterpretando esta simple premisa. Como si el grado de maltrato que reciben los caballos no fuera suficientemente grave, en cuanto sufren una lesión que les impida continuar desarrollando sus obligaciones con normalidad, es normal que sus dueños los maten o los abandonen. Es ahí donde entran en juego algunos santuarios, que los acogen y les dan una segunda oportunidad para ser felices.
estos caballos son exclusivos para carreras.
el baile con el diablo
Una noche de viernes santo, se hizo una fiesta en la discoteca más famosa de la ciudad de Georgia, dicen que en un momento determinado de la noche ,entró a la discoteca un joven apuesto, que atraía las miradas de todas las jovencitas que se encontraban en el lugar, era alto ,muy bien vestido, con unos ojos algo extraños pero encantadores…
Este apuesto joven se acercó a una muchacha para sacarla a bailar y ella encantada por su apariencia aceptó sin pensarlo dos veces, mientras bailaban él le advirtió que no mirara sus pies ya que se sentía un poco intimidado y no era capaz de seguir el ritmo, ella asintió con la cabeza…
Pero al cabo de un rato no resistió mirar sus pies, ella se quedó sin aliento al ver unas garras horribles y se desmayó enseguida, todo el mundo al ver a esta joven tendida en el suelo corrió a socorrerla, y el joven con el que bailaba ya había desaparecido del lugar.
La muchacha cayó en un terrible estado de coma, y sus padres ordenaron revisar las cámaras del lugar para identificar al hombre que todos creían que era el culpable de su estado, pero para sorpresa de todos, en el video de seguridad se veía claramente que la jovencita se movía sola por toda la pista de baile, el hombre no se reflejaba en la grabación. Para confirmar esta escalofriante historia en el baño del establecimiento en uno de los espejos decía:
“Viernes Santo, muerte de Cristo, Viernes Santo yo revivo y riego sangre y temor entre los humanos”…
La discoteca estuvo varios días impregnada con un olor a azufre y la joven murió después de un tiempo con unas marcas de quemaduras en la espalda…
desde entonces en esa ciudad las jovencitas no suelen salir los viernes santos por temor al demonio.
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